En la temporada invernal, los resfriados, mocos y tos suelen ser comunes, y las defensas de los niños necesitan una atención adicional. Existen alimentos con propiedades que nos ayudan a combatir y superar más rápidamente los resfriados.

Cebolla: Al igual que el ajo, contiene compuestos con propiedades antisépticas y bactericidas, como la alicina, un antibiótico natural. La sopa de cebolla puede ser una opción para reducir su fuerte sabor y hacerla más atractiva para los niños. También se puede colocar una cebolla partida en un plato en la habitación del niño como remedio para la tos nocturna.

Miel: Considerada un superalimento, la miel tiene numerosos beneficios para la salud. En invierno, es eficaz para aliviar el dolor de garganta y como antitusivo, según la OMS. No se recomienda para menores de 1 año debido al riesgo de botulismo, pero a partir de esa edad, se puede agregar como edulcorante para la leche, en tostadas, con yogur o simplemente una cucharadita de miel.

Caldo de Pollo: Este remedio casero de toda la vida es ideal para eliminar mucosidades y mejorar la congestión nasal. Además, es una comida que suele gustar a los niños. Investigadores de la Universidad de Nebraska han demostrado que el caldo de pollo dificulta el movimiento de ciertas células del sistema inmunitario, lo que reduce la inflamación de la garganta y las mucosas nasales, aliviando los síntomas de los resfriados sin disminuir la actividad antiviral del sistema inmunitario.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *